Cosechar rendimientos financieros mientras disfrutas de la serenidad que solo una finca de 220 hectáreas en la Zona Azul de Costa Rica puede ofrecer es una realidad al alcance de tu inversión.
Ubicada en la majestuosa Península de Nicoya, esta propiedad es mucho más que una simple finca. Imagina caminar por sus tierras mientras exploras 70 hectáreas de bosque virgen, adornadas con ríos y cascadas, o supervisando tus proyectos agrícolas en las 80 hectáreas mecanizables y 70 hectáreas de pastos mejorados. Cada rincón de esta finca ofrece posibilidades únicas para generar ingresos a través de la renta vacacional, agricultura sostenible o ecoturismo.
Las dos casas grandes en la propiedad están listas para recibir visitantes, una de ellas ya generando ingresos pasivos a través de Airbnb. Sus espacios amplios y confortables, sumados a la belleza del entorno, convierten cada estadía en una experiencia inolvidable para tus huéspedes. Además, los corrales bien mantenidos permiten la posibilidad de integrar la ganadería como una fuente adicional de ingresos.
La finca también está estratégicamente ubicada cerca de destinos turísticos clave, lo que aumenta su atractivo para los visitantes. A solo 7.89 km de la Reserva Natural Karen Mogensen, y a pocos kilómetros de playas como Playa Naranjo, Playa Coyote y Playa Bejuco, este lugar ofrece la combinación perfecta entre tranquilidad y accesibilidad. Además, Jicaral y sus centros comerciales, médicos, financieros y académicos están a solo 6.73 km de distancia, garantizando que todas las comodidades modernas estén al alcance.
Características principales de la propiedad:
—2 casas grandes, una en renta vacacional (Airbnb)
—220 hectáreas de terreno
—80 hectáreas mecanizables
—70 hectáreas de pastos mejorados
—70 hectáreas de bosque virgen con ríos y cataratas
—Corrales
—Cercanía a playas y destinos turísticos
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